miércoles, 15 de abril de 2009

Algunas Imprecisiones léxicas

Me gustaría ocupar hoy este espacio, amigos lectores, en señalar algunas imprecisiones léxicas que todos cometemos alguna vez en nuestro lenguaje hablado o escrito. Son vocablos de uso normal la mayoría de ellos, aunque otros, de uso no tan frecuente.
Adolecer, en su acepción más habitual es “tener algún defecto o sufrir algún mal”. Se construye con la preposición de (adolecer de), que introduce el defecto o el mal. Se puede adolecer de desinterés por algo, o de falta de salud o se adolece de inmovilidad en las piernas, etcétera. Pero es impropio usar este verbo con el significado de “carecer”.
Por eso, ante un razonamiento que no tiene coherencia, se dice que “adolece de incoherencia” o que “carece de coherencia”.
En el lenguaje deportivo, se aplica con frecuencia el adjetivo carioca al genérico brasileño. Sin embargo, es carioca sólo el de la ciudad de Río de Janeiro, y es indebida su aplicación al resto de los brasileños.
Casual significa “fortuito, que sucede por casualidad”. Debe evitarse, por tanto, su uso como “informal” o “esporádico, ocasional”. Es casual lo que sucede sin que haya sido buscado o planeado, lo demás no es casual. Y, en español, la ropa que carece de formalidad es informal, pero no casual. Por más que así lo sea para nuestros vecinos del norte.
Muy cerca en su significado está el adjetivo aleatorio, lo “que depende del azar o no sigue una pauta definida”. Por eso, de hechos aleatorios no pueden establecerse normas. Y es un error usar esta palabra con el sentido de “dudoso o discutible”.
Sobre el vocablo culto espurio, no espúreo como algunas personas cultas escriben, cabe decir que su significado es “falso o ilegítimo”, y sobre el galicismo cruasán, así castellanizado, trasladando la pronunciación francesa a la grafía española, conviene recordar que procede del francés “croissant” (medialuna), y se trata de un “bollo de hojaldre en forma

Luque Maricarmen

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