sábado, 26 de septiembre de 2009

En mayúsculas o minúsculas

Cuando se escriben los días de la semana, con frecuencia se duda entre hacerlo con letras mayúsculas o minúsculas.
Siguiendo las normas académicas es preciso afirmar que los días de la semana, los mses y las estaciones del año se escriben con minúscula inicial; por ejemplo: Los lunes de abril, los jueves de mayo y los viernes de julio, o sea, en primavera y verano, no se interrumpirán las clases.
Sólo se escriben con mayúscula inicial cuandoforman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios: Las fiestas de Primero de Mayo y Viernes Santo no se trabajará. El Hospital Doce de Octubre permanecerá abierto.
Otra duda que les traigo es acerca del uso indistinto de incluso e inclusve. Incluso fuciona habitualmente como adverbio, con el sentido de "también" y expresa adición enfática. Con este mismo valor se emplea también inclusive: Fue inflexible incluso (o inclusive) con sus propios amigos.
¿Cuál es la diferencia entre docnte y discente? Son os contrarios. Ambas palabras proceden del latín: docente, participio activo del verbo docere que es "enseñar", significa "el que enseña". Discente, participio activo del verbo discere que es "aprender", significa "el que aprende". Doente es el maestro,discente, el alumno.
Suscita curiosidad la palabra chiripa; ¿de dónde viene y qué significa? La chiripa surgió en el juego de billar con el significado de "suerte favorable que se gana por casualidad". Pasó al lenguaje coloquial ormando expresiones como de chiripa" o "por chiripa" con el sentido de conseguir algo bueno "por casualidad o de manera casual". Y en el colmo de la casualidad, "de o por pura chiripa": Un gol inesperado hizo que se proclamaran campeones en el último minuo de pura chiripa.
El qu usa con la misma habilidad las extremidades de los dos lados es ambidextro o ambidiestro. Más cercana a su etimología, ambidexter, es la primera, ambidextro, pero actualmente es de uso más frecuente ambidiestro: Aunque era zurdo había logrado ser ambiiestro para muchas actividades.

Luque Maricarmen

A veces es sólo un matiz

Sobre el uso indistinto de las palabras honestidad y honradez, he sido testigo de muchas discusiones. Discusiones que no tienen una conclusión categórica, aunque se puede matizar.
Si nos ceñimos al significado académico de cada uno de los vocablos, honesto es el decoroso, el decente, el recatado o pudoroso. Honrado, el que obra rectamente, con integridad y justicia. En honor a la verdad, hemos de reconocer que honesto, en su tercera acepción se identifica con honrado en el sentido de razonable, justo y recto.
Es casi inevitable que por influencia del inglés, donde la palabra honesty engloba los significados que en español se expresan con honestidad y honradez, pronto los dos términos se reduzcan a uno solo, y honesto sea el elegido.
Sin embargo, oí decir a un periodista preocupado por el lenguaje, al abordar esta cuestión: “En español, lo honesto se aplica de cintura para abajo, lo honrado de cintura para arriba”.
Y no deja de ser una forma simple, pero bien gráfica, de marcar la distinción entre ambos vocablos. Aunque el uso los identifique.
Rescatemos la honradez, que buena falta nos hace, y califiquemos de honrado al político que cumple sus promesas electorales, busca el bienestar del electorado y no pretende enriquecerse a su costa. Si además es honesto, mejor. A veces surge la duda entre los adjetivos, superviviente y sobreviviente; ¿cuál es el correcto? Ambos. En el habla culta, al que sobrevive, es decir, que “sigue viviendo después de la muerte de alguien, de la desaparición de algo o de un suceso”, se le puede aplicar cualquiera de los dos. Sin embargo, el sustantivo derivado de este verbo, “la acción de sobrevivir”, es supervivencia, no sobrevivencia.
Y el complemento del verbo sobrevivir siempre va introducido por la preposición –a; Se sobrevive a la pérdida de un hijo, a un atentado, a un accidente.
Son precisiones sobre el lenguaje que es necesario observar.

Luque Maricarmen

Palabras cultas que conviene conocer

Hace tiempo, cuando un hijo presentaba en la escuela problemas de aprovechamiento, de integración o de aprendizaje los papás nos sentíamos desorientados, hacíamos cábalas, indagábamos y buscábaos motivos y razones que los justificaran. Hoy todo está diagnosticado y es conocido con nombres y apellidos. Multitud de vocablos que nombran patologías, hasta hace poco empleados sólo por especialistas, hoy son manejados y conocidos por todos. Vean. Si n niño tiene dificultades para aprender a leer, a escribir o para el cálculo, y además presenta trastornos de coordinación motora, pero no de inteligencia, es disléxico, porque padece dislexia.
Si tiene dificultad en la articulación de las palabras, disláico, ya que padece dislalia. Disnea, si presenta dificultad para respirar, y padece disosmia si difícilmente percibe los olores.
Distermia es la temperatura habitualmente anormal del organismo, la debilidad de la memoria se llama dismnesia, y padece disepsia el que habitualmente hace la digestión con dificultad.
Todos estos vocablos que llegaron al español a través del latín, proceden del griego y están formados con el prefijo –dis que significa dificultad o anomalía. Nada tiene que ver con los anterioes dispsomanía, nombre técnico del alcoholismo, y dipsómano, la persona que abusa de las bebidas alcohólicas; proceden de la palabra griega –dipsa, sed.
Les recuerdo que el adjetivo insano no es sólo lo perjudicial para la salud, también se aplica al loc o demente, pues la palabra insania, recibida directamente del latín, significa locura o demencia.
Y en otro orden de cosas, la diferencia entre docente y discente, es que el primero es el que enseña (profesor) y el segundo, el que recibe la enseñanza (aumno). Docente procede del verbo latino -doceo, enseñar; discente, del –disco, aprender.
Son palabras cultas que conviene conocer.

Luque Maricarmen

El plural será, en cualquier caso, cocteles o cócteles: Cocktail, coctel o cóctel

Buena pregunta. La respuesta es: si nos entendemos en inglés, obviamente escribiremos cocktail, pero si lo hacemos en español y queremos nombrar l “bebida compuesta de licores mezclados” o bien la “fiesta o reunión en la que se toman estas bebidas, generalmente por la tarde”, escribiremos coctel o cóctel. Ambas acentuaciones son válidas, por lo que se alternan en los distintos lugares de habla hispna, aunque es la acentuación llana (cóctel) la que refleja la pronunciación etimológica.
Según se elija una u otra, el plural será cocteles o cócteles.
En cuanto al origen del cóctel, parece que Hipócrates, padre de la medicina, preparaba a, quinientos años antes de Cristo, una bebida ‘mezclada’ a base de vino, almendras amargas y resina. Y los romanos elaboraban, como aperitivo, vinos mezclados con plantas aromáticas. Eran los cócteles de la Antigüedad.
Sin embargo, el cocktail inlés, esa palabra formada por la unión de cock + tail = cola de gallo, hace alusión a los colores de los distintos ingredientes mezclados, los cuales recuerdan una cola de gallo multicolor.
A pesar de su nombre inglés, fue en un local parisino done se empezaron a servir los cócteles, en 1886, cuyo dueño, un tal Ridway, utilizó para su elaboración güisqui, ginebra y otros licores de procedencia inglesa.
En la primera mitad del siglo XX la preparación de los cócteles era toda una liturgia qu los entendidos se tomaban con seriedad y rigor, empezando por el hielo, cuya cantidad debía ser la adecuada para cada mezcla; luego, el zumo de fruta si estaba indicado y, por fin, el alcohol, empezando por el de menor graduación.
Todo pesado y mdido, “como quien toma las medidas a una princesa delicada”, según la versión de un barman neoyorquino de los años veinte.
Con el tiempo las combinaciones se fueron haciendo más exóticas y sofisticadas, y los cócteles fueron recibiendo los nombrespropios de sus creadores o de los lugares donde eran servidos.
Son curiosidades que, sobre la palabra que hoy les traigo, nos cuenta el escritor Pancracio Celdrán, en un libro ameno e interesante, cuyo título es Hablar bien no cuesta tanto.

Luque Maricarmen